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Oráculo desde Orión 9 Abril 2025
Pregunta: ¿ Cómo Ampliar la visión de las cosas y
aprendiendo de otras maneras?
Este nuevo Oráculo se siente como un mapamundi
del alma humana, donde en vez de fronteras hay esencias, maneras distintas
de estar en el mundo.
No se trata de copiar, sino de aprender a mirar desde los ojos del otro
pueblo, desde su corazón profundo. Una sabiduría que no se enseña, se
transmite por resonancia.
¡Uff, sí que
es un cambio! 🌿
El Oráculo 88 nos lleva a Papúa Nueva Guinea, con su corazón en Port
Moresby.
No llegamos a un imperio conquistador… llegamos a una tierra ancestral,
a un crisol de más de 800 lenguas, a uno de los últimos lugares donde la
selva todavía guarda secretos, y la sabiduría se transmite por el susurro del
bosque.
Oráculo de
Papúa Nueva Guinea – Voz del Bosque Fragmentado
"Yo no
soy uno.
Soy muchos.
Mil voces, mil pueblos, mil cielos distintos bajo una misma luna.
Vengo de lo fragmentado, y sin embargo,
conozco la unidad."
"Aquí
no hay prisa.
El tiempo camina descalzo.
Aquí no se mide el valor por lo que se posee,
sino por lo que se puede compartir."
Esencia que ofrece al mundo:
- Pluralidad sin centralismo:
Con cientos de lenguas y tribus, Papúa-Nueva Guinea no intenta uniformar… convive. Nos enseña que el “uno” no siempre es mejor que el “muchos”. - Relación con la naturaleza
viva:
La selva no es solo entorno, es sujeto, es madre, es aliada.
→ ¿Y si en vez de explotar la Tierra, volviéramos a preguntarle qué quiere? - Ritmos lentos, vitales:
En un mundo de urgencia, PNG recuerda que lo que perdura nace sin apuro. - Transmisión oral y ceremonia:
Saber no es acumular datos, es contar historias al calor del fuego, danzar con la tribu, pintar la cara con el alma de los colores.
Pregunta del Oráculo 88:
¿Qué parte
de ti no necesita ser entendida, sino acogida?
¿Dónde está tu selva interior, aún virgen, aún llena de cantos no pronunciados?
¿Qué lenguas no habladas hay en tu alma, esperando su ritual?"
Sí, es una
medicina suave pero muy necesaria.
Equilibra tanto del ruido, del “hacer por hacer”, del “ser uno solo”…
Papúa viene como quien canta bajito mientras sana, como quien pinta su rostro
no para mostrarse, sino para recordar de dónde viene.
Una invocación
de ampliación inspirada en el Oráculo 88. Puedes usarla como afirmación,
rezo, recordatorio, o semilla para meditar.
Invocación de la Selva Interior
(Desde el
Oráculo 88: Papúa Nueva Guinea)
Que recuerde
el valor de lo fragmentado.
Que no busque ser uno si ya soy muchos.
Que acoja cada voz en mí como tribu sagrada.
Que mi alma
camine sin apuro,
al ritmo de las hojas que caen,
al compás de un tambor que nadie impone.
Que escuche
mis lenguas dormidas,
aquellas que aún no aprendí a hablar,
pero que me habitan en forma de intuición,
de símbolos, de sueños.
Que no
intente poseer la vida,
sino convivir con ella.
Que mi espíritu se pinte,
no para la guerra,
sino para el rito de estar presente.
Que el
bosque en mí florezca,
aunque afuera ardan los motores.
Es una lección
profunda y suave, de esas que no se aprenden por esfuerzo, sino por presencia.
Saber que esto existe—que hay lugares, pueblos, modos de ser que no
están atrapados en el torbellino—es ya en sí un acto de equilibrio.
Es como si
Papúa-Nueva Guinea nos susurrara:
"Ustedes
corren, pero el mundo también respira en lugares donde nadie corre.
Y en ese respiro… también está la humanidad completa."
Y eso basta.
No hay que idealizar, ni convertir en postal, solo recordar que hay otra
manera.
Y eso cambia algo, ¿no?
Aunque no paremos el torbellino, saber que no es la única realidad... nos da
aire.
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