lunes, 20 de abril de 2015

C-579 a C-582 COMENTARIOS al Curso de ASTROANALISIS 1977

C-579  a  C-582  COMENTARIOS al Curso de ASTROANALISIS 1977

C - 579  COMENTARIOS al Curso de AstroAnalisis
Compartiendo con Mercedes Foronda que nos ofrece este trabajado estudio sobre Bin Laden
 y nos comenta sobre el Calendario Islámico lunación
 
Los Servicios Secretos franceses hablan sobre la hipotética muerte de Bin Laden en Agosto a causa de una infección por tifus.
Repasando los apuntes encuentro:

Para:                astroanalisis_ptolomeo_rao@yahoogroups.com

Luego el sol conjunta a saturno el 7 de Agosto ,muerte de grandes quizas,

Carneado:
La formula semanal es:

+37 Sol/Leo
_________________________________________________  =  PS 81

-36 Plutón/Sagitario    -29 Saturno/Leo      
-24  Neptuno/Acuario        -24 Mercurio/Cancer
-16 Urano/Piscis

-------------------------

 Esto es solamente un juego, un juego de adivinanzas;

Si parto de la base de que pudo morir alrededor del día 9 de Agosto con la luna llena activando la oposición de Satur/Nept según analogía, habré de tomar en consideración los 17º Acu/Leo como esencial en alguna medida en su natal o bien cúspide de II/VIII anarética o bien eje I/VII hileg , o algún punto clave;

Es bien sabido que los datos natales de Osama son de los más complicados, rebuscados y ocultos; (ver astrodatabank para hacerse una idea sobre problemas)

 Las mas probables:
10-3-1957  en Jiddah  Arabia Saudi , sin hora conocida
27-6-57     Jiddah
30-7-57     Jiddah

Estuve manejando mucho tiempo la primera fecha como experimento, situando la luna en sector I, y el Asc Géminis a pesar de saber que era muy retraído y serio;
Simplemente por la altura 1,92 , y por verla confirmada de alguna manera en una revista de Astrología.
Ahora desconfió mucho de esa carta;
El dijo textualmente , recogido por la pag de Lois Rodden´s:
Décimo día del tercer mes del año de la Hégira 1377

#CF Perez escribía:
"yo había adquirido información de una historiadora musulmana, (en Internet) de la respuesta de Bin Laden a su nacimiento: nacido 3rd mes, 10th dia del año de calendario Musulmán 1377

lo que nos lleva a tener que reconvertir esa fecha al calendario Gregoriano:
el 3-10- 1957 lo cual viene a ser lo inverso a
    10-3-1957

El año islámico comienza a partir de la primera lunación de Julio el 28   Moharrem
Segundo mes Safar el 26 de Agosto de 1957 en nuestro calendario (siempre contando a partir del atardecer del 25, ya es 26)
Tercer mes Rabi I    el 23 de Septiembre 
mas 10 dias  = 3 de octubre de 1957

Es mas que probable que jugara con los datos y con los periodistas sabiendo que los occidentales lo iban a tomar al pie de la letra.

Ahora investigo con un Asc a 15º 05 Cap
                                          Mc   a 27º 47 Libra
                                          Luna a 10º 09 Acu

Del 3-10-1957 a las 13h 19m  hora oficial en Jiddah  

Por todo un conjunto de cosas, por su vida pasada, muy alto, vergonzoso, retraído, y muy correcto en su trato, nunca le intereso el dinero pero si profundizar en su religión, esmerado, preciso y concienzudo dicen sus antiguos profesores;
También la veo mas concordante con las direcciones en correlación con acontecimientos, me interesa Plutón/Virgo/VIII, la clase de muerte y lugar,
También el señor de XII, Júpiter conjunto al señor de VIII , el Sol y conjunto al señor de IV y III, Marte. Júpiter en Libra analogía con diabetes, escuadra Asc.
Interesa Luna/Acu/I por la altura y facilidad de trato con las masas de una manera seria;
La madre una belleza, cultivada y muy avanzada para la familia: Mc en Libra
El padre Marte conjunto al Sol y  a Júpiter/Libra;  Nadir en Aries
Urano en VII, bien es sabido que no tenía especial interés en las mujeres a pesar de que tuvo cuatro; también de alguna manera colaboró con Estados Unidos;
La casa nueve, su fama y estudios de Empresariales, Económicas y sobre todo Religiosos que eran los que más le interesaban.
Un dato importantísimo y muy poco comentado en que escribía muchísimas poesías, producción ingente,  que luego distribuía en pequeños libretos por todo el mundo; sector 3 en Piscis y Neptuno en X; de hecho mantenía/mantiene constante relacion con sus seguidores a través de esas poesías que le han terminado de llevar a la fama entre los suyos.
Plutón domina en parte de X y XI, su trabajo es muerte,  oculta y compartida.
Neptuno en X , el místico, domina en sector III y parte de II, muy generoso con los pobres.
Los Nódulos en X/IV forman una cruz cósmica con Luna/I y Urano/VII y signos fijos, obsesivo.
Doriforia en sector IX en escuadra al Ascendente
El señor del Asc Saturno en XI/Sag , se identifica con dirigentes religiosos, el mismo es austero ec ect ect
Y ese Saturno esta en cuadratura con Lilith 14º 29/Piscis/II, lugar clave para el 11-S.

Terminando, lunación eclipse en cuadratura separativa ( ya pasado) a Plutón , posiblemente verdad; ¿Quién hay en el mundo mas plutoniano que Bin Laden?
Luna llena del 9-8-2006 implicando oposición Saturno/ Nept , posiblemente verdad, por analogía, muerte/tifus; en  fórmula semanal el Sol activado y Saturno muy negativo.

La carta natal incierta, todo son hipótesis; es solo un juego.


Calendario islámico:
El Calendario islámico o árabe  es un calendario lunar, los años se componen de 12 meses lunares o lunaciones, y forma ciclos de 30 años, de los cuales son bisiestos los años , 2º, 5º , 7º ,10, 13º ,16, 18º, 21º, 24º, 26º, y 29º. Los años comunes tienen 354 días y los bisiestos 355 días, agregándose a ellos un día al último mes, Dulhiya. Salvo este caso, Moharrem, en que se inicia el año, alternativamente 30 y 29 días. Este calendario tiene su punto de partida en la Hégira, o sea, la emigración del profeta Mohammed y los primeros creyentes de la Mecca a Medina el 16 de julio del año 622 d.C. y dio comienzo a la era musulmana.

Así pues , los años de la Hégira son lunares como el calendario hebreo y el calendario lunar cristiano con al diferencia de que éstos colocan un mes intercalar cuando así está indicado. He aquí el nombre y el significado de cada mes:
1º. Moharrem           Mes sagrado ( año nuevo)
2º. Záfar                     Mes de partida
3º. Rabi I                   Primavera.
4º. Rabi II                  Continuación de la Primavera
5º.Yumada I              Mes de la Sequía .
6º. Yumada II            Continuación de la sequía
7º. Reyéb                  Mes del respecto y de la abstinencia.
8º. Chabán               Mes de la germinación
9º. Ramadán            Mes del gran calor (mes del ayuno)
10º. Chual                 Mes del emparejamiento de los animal.
11º. Dulkada            Mes del descanso.
12º. Duhiya              Mes de la peregrinación.
El original del nombre de los meses no coincide en muchos casos con la realidad, debido a que no hay un sistema intercalar o embolismal para mantener los meses en la misma estación con respecto al sol, y además los meses retroceden todas las estaciones en ciclos de 32 años y medio .

El mes lunar es de 29 ó 30 días ( más exactamente 29 días , 12 horas y 40 minutos) comenzando el día en que comienza la luna , y los días se computan no desde media noche, sino desde que se pone el sol.
Así el año solar o civil , es decir el año de d.C es de de 365días tiene 11 días más que los años del Hégiar o lunares y de ahí que 33 años lunares son iguales a 32 años y 2 día d.C .


Equivalencia de la era musulmana y cristiana.

Según hemos ya indicado, la era musulmana comenzó el 16 de julio del año 622 d.C. Por lo cual hay que restar esta cantidad de la era cristiana para calcular la equivalencia con la era musulmana y viceversa, es necesario añadir a la era musulmana esta cantidad para obtener el año cristiano, que corresponde a determinada fecha musulmana.

Para obtener la relación de los años musulmanes con los cristianos se sustrae 1/33 del año de la hégira y se añade 622.

Para obtener la relación de los años de la era cristiana con los años de la era musulmana se resta del año d.C. 622 y se añade 1/32 de la sustracción o se resta:

Ejemplos:

1-    Se desea saber qué año de Hégira corresponde al año 2000.

2000- 622 +[ ( 2000-622) ¸ 32] = 1421


2-    Se desea saber qué año de J.C corresponde al 1421 de la Hégira.

1421- [ 1422¸33]+ 622 = 2000





C - 580  COMENTARIOS al Curso de AstroAnálisis
Compartiendo un intercambiando de Susana Colucci y Mercedes Foronda y la propuesta de esta ultima sobre Bin Laden


Lun     187    137     154
Mer     138     88      134
Ven       23     69      51
Sol      129    163    140
Mar       61    107     65
Jup     158    108    157
Sat      138     98      188
Ura      108   154      82
Nep      70      34     120
Plu        85     35      135 

Muchas posibilidades, actividad y resultados

Sin embargo sus cúspides están muy poco aspectadas, solo algo en negativo la III, pero algo.
Un tipo de predominancia planetaria Mercurio y Júpiter sin destacarse realmente mucho.

Netamente Libra, con predominio de Aire y Fijos.
Del grupo de los Brutales y Violentos, Humanos, Estudio, Belleza y Enteros.

Vega en el mismo Asc
Agena en cúspide XI
Sirius y Canopus en cuspide VII
En cúspide VI: Capella, Bellatrix, Alnilam y El Nath

Un Eris muy aspectado queda ubicado en sector III, oposición a Marte Sol y Júpiter en  IX, sextil Luna y Chiron, trígono Saturno y Urano

Tanto la Luna Negra como el asteroide Lilth en buen aspecto al eje I / VII

La oposición Luna/Chiron y Urano en cuadratura al eje de los Nodos

Su abecedario completa aspectos que ha primera vista parece que tengamos que forzar:


 Abecedario Astrológico de USAMA BIN MUHAMMAD BIN AWAD BIN LADIN
                                 (Osama Bin Laden)

Las NNNN muy positivas se ubican en el Asc natal, en sextil a Luna Negra y en
Trígono a Lilith. En buen aspecto al eje de Nodos Lunares.

Las MMMM muy negativas sobre una Luna y Chiron natales, con fuertes oscilaciones
en función de sus aspectos. Luna regente de VII en I
En cuadratura al eje de Nodos Lunares.

Las I I I I de fuerte ambivalencia negativa con NODO N y en cuadratura a la anterior
Luna y Chiron

Las DDD ambivalentes negativas en IX, se ubican en IV natal, oposición Neptuno
en cúspide X. En trígono a Plutón en VIII, etc.

Las AAAAAA en XII, en oposición a MUERTE, de fuerte ambivalencia negativa
 en cúspide VIII natal, cuadratura Venus en X, regente de X.

Las BBB en XI, ubicadas en VI natal, cuadratura Marte negativo en IX, regente de IV,
y trígono al anterior Neptuno.

Las UU de I en final de VIII, cúspide IX, conjunción Mercurio.
En cuadratura al eje VI/XII.

Etc.  Etc.


Un abecedario con cosas muy interesantes (D y B, A y U, I y N, N y M)
y otras muy problemáticas (B y A, A y M, I y M, I y D, I U y D)


(Susana)
Llama la atención que en las dos fechas, entre otras, la estrella Alkid 26 Virgo 20 (cuyo nombre en árabe es Al-Qa'id que suena muy parecido a Al Qaeda) y que fue conocida por los astrólogos del Islam como "La destructora de Naciones" :

En el caso del 03/10 en conjunción Júpiter haciendo conjunción con el Ascendente sobre las 5:00 pm y sobre la C9 sobre  las 3:00 am

En el caso del 10/03 en conjunción a Mercurio haciendo conjunción al ascendente  sobre las 5:00 am y con la C9  sobre la 1:00 pm

También me gusta mas la carta del 10/03  aunque no tenemos mucha información del hombre... añadiría: Capricornio lo asocio con la melancolía, depresión, el pesimismo.... tiene uno la idea que es tranquilo, estable, tenaz, paciente, resistente, frió y rígido en sus principios.... no se por qué Marte/Sol/Júpiter en Libra me hacen pensar en un líder islámico... y su presencia, apartando el rechazo que me produce debido a lo que está asociado, es desde mi punto de vista muy Libra.

No se si se puede interpretar Sol/Libra regente de C8 presente en C9 (la aplicación de la ciencia) conjunción Marte/Libra (fiebre) regente de C4 (lo que tiene que ver con el estómago)  Muerte por mala/falta atención médica -  Fiebre que afecta el estómago.  Tengo un aforismo que dice que la ubicación del regente de C8 y sus condiciones describen las circunstancias de la muerte.

muy superficial... pero algo de colaboración es.





C - 581  COMENTARIOS al Curso de AstroAnalisis
Mercedes Foronda, comparte con Susana Colucci sobre el tema y una biografía de Bin Lader
Cronología

A mi también me cuadra mas de signo Libra y pudiera ser que en IX, cree ser el representante de Dios en la tierra ( Marte, Sol, Júpiter), el soldado/guerrero al servicio de...;  años sometido a diálisis, diabetes, Asc Capricornio, salud débil o males que se arrastran y como dices frialdad, parsimonia, ect habla muy lento, su visaje es de Libra mezclado con Venus Neptuno en Escorpio, tiene un hoyuelo en la barbilla.
Cuadratura al Asc se le ve el Jupiter en la frente, pies muy grandes (que no se apreciarían en un signo Piscis) Marte conj Júpiter, Luna/Acuario oposición Urano piernas desgarbadas y desproporcionadamente largas, hombros cuadrados de signo fijo, labios carnosos Libra, poesía libra y Piscis en III, Venus dispositora de la dorífora en IX y elevada en X, en exilio ect ect.
La obsesión por EEUU y Occidente se aprecia en Urano/VII/Leo cuadraturas X y IV.
Ah y como final Neptuno el mas elevado
También cuadra mucho Plutón en VIII, si no ha muerto, se esconderá en cuevas hasta el final , Marte en IX señor de IV

Mando una biografía


El hombre que aterrorizó a Occidente
¿QUE ES LO QUE PUDO EMPUJAR a un rico muchacho saudí a convertirse en el más brillante cerebro del terrorismo? Al cabo de meses y meses de entrevistas y de obtener asombrosas revelaciones, hasta ahora desconocidas, de aliados y de enemigos de Al Qaeda a lo largo y ancho del mundo, Jason Burke, ahora en Peshawar (Pakistán), está en condiciones de separar los hechos de los rumores para facilitarnos el, hasta el momento, más completo relato de la vida de Osama bin Laden...
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JASON BURKE
...En cada esquina de la aldea, sumida en total oscuridad, montaban guardia hombres armados con sus kalashnikov y sus lanzagranadas en ristre.

Sentados en unas alfombrillas que cubrían la suciedad del suelo de una casucha de adobe y madera, dos hombres daban cuenta de su comida, compuesta de arroz, cordero asado y verduras. Arriba, en el cielo, podía oírse cómo rugían en plena noche los aviones de combate norteamericanos.

Aquellos hombres, mediada en ambos la cuarentena, de pobladas barbas y vestidos con el tradicional camisón, largo y holgado, por encima de los pantalones, se lavaron, comieron, rezaron sus oraciones y, a continuación, se pusieron a hablar.

Osama bin Laden, el hombre más buscado del mundo, y el mulá Mohamed Omar, el jefe supremo del régimen talibán, tenían mucho de qué hablar. Pocos días antes, a las 8.45 horas de la mañana del 30 de septiembre, habían empezado a caer misiles de crucero de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre diversos objetivos a lo largo y ancho de Afganistán en represalia por los ataques terroristas que habían provocado la muerte de 5.000 personas en Nueva York y Washington apenas tres semanas antes.

En aquellos instantes, la muerte y la destrucción se cernían sobre aldeas, ciudades y campamentos militares de todo Afganistán. Varios misiles habían caído cerca del pueblo en el que los dos hombres estaban reunidos. Muchos otros más habían caído en la ciudad de Kandahar, al sur, el centro espiritual y administrativo de los talibán. Aquellos dos hombres se encontraban allí para decidir cuál había de ser su respuesta a la guerra en la que, de buenas a primeras, resultaba que estaban participando.

Esa reunión, de la que el diario The Guardian tuvo noticia gracias a fuentes de ciertos servicios de espionaje del golfo Pérsico, no se prolongó durante mucho tiempo. Esta circunstancia se debió, en parte, a motivos de seguridad: un misil de crucero Tomahawk bien dirigido habría acabado en un santiamén con los dos principales objetivos del Pentágono. En buena medida se debió también a que ambos estaban prácticamente de acuerdo en todo. El mulá Omar reiteró su apoyo, su afecto y su respeto por su amigo saudí. Bin Laden le respondió en los mismos términos.

Ambos alcanzaron rápidamente una misma decisión sobre cuestiones tácticas. Resistirían conjuntamente cualquier agresión, trabajarían en crear y explotar todo tipo de divisiones en el seno de la coalición montada contra ellos y aprovecharían el drama personal y colectivo, incluidas las bajas de civiles, para generar un rechazo mundial a la campaña de bombardeos. Por último, los dos se unieron en un fuerte abrazo y cada uno siguió su camino. Se cree que no han vuelto a reunirse desde entonces.

En 1930 un trabajador portuario, de constitución robusta, con más de metro ochenta de estatura y tuerto, llegó a la conclusión de que había más cosas en la vida que cargar barcos en los puertos de la paupérrima provincia de Hadramaut, en Yemen, donde había nacido. Metió sus pertenencias en un hatillo, se pagó una plaza en una caravana de camellos que se dirigía hacia el recién creado reino de Arabia Saudí y partió en un largo y penoso viaje de cerca de 2.000 kilómetros en busca de fortuna.

Aquel hombre, que llegaría a ser el padre de un terrorista perseguido por los ejércitos del mundo occidental, consiguió su primer trabajo como albañil con Aramco, la empresa petrolera árabe-estadounidense, con un salario de un riyal saudí al día (menos de 30 pesetas). Llevó una vida frugal, ahorró al máximo, invirtió prudentemente y terminó por montar su propio negocio. A principios de la década de los 50, Mohamed bin Laden se hizo cargo de la construcción de palacios para la casa de los saudíes en Riad. Se adjudicó los contratos gracias a la oferta de unos presupuestos muchísimo más baratos que los de las empresas locales de la competencia. Fue una jugada que, con el tiempo, terminó por salirle bien.

Su gran oportunidad se le presentó a Bin Laden cuando un constructor extranjero se echó atrás en la adjudicación de la construcción de la autopista de Medina a Yidda y él pasó a hacerse cargo de la obra. A principios de los 60, Bin Laden era un hombre rico, y también poco corriente.

«No sabía leer ni escribir y firmó con una cruz durante toda su vida, pero era un hombre de una inteligencia extraordinaria», ha dicho de él un ingeniero francés con el que trabajó en los años 60. El ingeniero ha recordado que aquel hombre, un sencillo obrero, jamás olvidó sus orígenes y siempre salía de su casa «con un fajo de billetes para repartirlos entre los pobres».

Dar limosnas es uno de los principios fundamentales del islamismo. Bin Laden padre era un hombre muy religioso, criado en la rama wahabí, de tendencia conservadora y observancia estricta del islamismo suní. Años más tarde, llegaría a vanagloriarse de que, gracias a su helicóptero privado, podía orar en los tres lugares santos del islam, La Meca, Medina y la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, en un mismo día.

La visita a los dos lugares citados en primer lugar debía de resultarle especialmente satisfactoria porque no en balde fue el contrato de restauración y ampliación de las instalaciones al servicio de los peregrinos el que cimentó la buena reputación de su empresa, confirmó su condición de constructor de cámara de la familia gobernante de los saudíes y le convirtió en un personaje increíblemente rico. Aunque llegó a ser tan rico que se permitió echar un cable a la familia real cuando las cosas les fueron peor a sus miembros, en la mansión familiar se mantuvo siempre expuesto el humilde hatillo que llevaba consigo cuando se marchó de Yemen. Murió en 1968, al estrellarse el helicóptero en el que viajaba.

De creer las declaraciones del aludido ingeniero francés, Mohamed bin Laden «cambiaba de mujer como usted o yo de coche». Tenía tres esposas saudíes, de observancia wahabí, como su marido, que eran más o menos las permanentes. La cuarta, sin embargo, rotaba de manera regular.

El potentado encargaba al piloto particular de su helicóptero que recorriera todo Oriente Próximo para traerle una nueva esposa. «Algunas eran tan jóvenes que no tenían más de 15 años e iban completamente tapadas, de la cabeza a los pies», recordaba recientemente la mujer del piloto, «aunque, eso sí, todas eran de una extraordinaria belleza».

La madre de Bin Laden, Hamida, no era saudí ni wahabí sino una muchacha de 22 años, hija de un comerciante sirio, extraordinariamente guapa, cosmopolita y educada. Se negó a ponerse el tradicional velo saudí en favor del traje sastre con pantalones, de Chanel, lo cual, unido al hecho de que era extranjera, la confinó a un segundo plano en el seno de la familia. Fue la novena o décima esposa de Mohamed bin Laden y se la conocía como la esposa esclava.

Mohamed bin Laden proporcionaba a todas sus ex esposas una casa en sus palacios de Yidda e Hiyaz. Cuando el millonario murió, Hamida todavía estaba casada con él y así fue como, en el seno de una vasta familia y rodeado de estatuas de oro macizo, tapices antiguos y candelabros venecianos, creció Osama bin Laden, séptimo hijo de Mohamed, el hijo de la esclava.

Nacido en 1957 (el año 1377 del calendario islámico), Osama tenía 11 años cuando murió su padre, al que tuvo pocas oportunidades de ver. Se sabe algo del ambiente que se respiraba en el hogar de los Bin Laden gracias a un documento que «una fuente anónima, cercana a los Bin Laden» hizo llegar en 1998 a la cadena norteamericana de televisión ABC, en el que se proporcionaban revelaciones sin precedentes sobre la infancia de Osama. «El padre tenía una personalidad extremadamente dominante. Se empeñó en que se tuviera juntos a sus hijos en una sola casa», se lee en el documento. «Les impuso una férrea disciplina y se cuidaba de que todos sus hijos se atuvieran a las más estrictas normas religiosas y sociales...»

«Al mismo tiempo, el padre se dedicaba a viajar de aquí para allá, por el mar y el desierto», continúa el documento. Con sus hijos mantenía una relación como si fueran adultos y, ya desde muy temprana edad, les exigía que le demostraran su confianza».

En los años 1968 y 1969, Brian Fyfield-Shayler, de 69 años, impartía cuatro clases de inglés a la semana, de una hora de duración cada una, a un Bin Laden que contaba 13 años entonces y a otros 30 privilegiados compañeros de curso que asistían al colegio Al Thagh, una institución al estilo occidental de la elite saudí de Yidda. Este hombre ha descrito a Bin Laden como un chico «vergonzoso, retraído y muy correcto», que se comportaba siempre con muy buenos modales.

«Era extremadamente educado, por encima de cualquiera de los demás de su clase. Físicamente, llamaba la atención porque era más alto y más guapo y tenía un mejor aspecto que la mayoría de los demás chicos. También destacaba porque era de una amabilidad y una finura poco comunes y tenía una gran capacidad de confianza en sí mismo», ha añadido Fyfield-Shayler.

Bin Laden era «muy esmerado, preciso y concienzudo» en su trabajo. «No era nada competitivo, en absoluto. Muchos estudiantes se esforzaban por hacerle ver al profesor lo listos que eran. El, sin embargo, si sabía la respuesta a algo no daba muestras de ello. Sólo la decía si se le preguntaba expresamente».

En sus primeros años de adolescencia, no se veía en Bin Laden ningún indicio del fanático en el que había de transformarse con el tiempo. En 1971, la familia en masa se fue de vacaciones a la pequeña población sueca de Falun, famosa por sus minas de cobre. Un sonriente Osama (o Sammy, como él mismo decía llamarse a veces) aparece fotografiado allí, vestido con algo de color verde lima y con unos pantalones campana de color azul, recostado en un Cadillac.

Osama, de 14 años en aquella época, y su hermano Salem, más mayor, habían estado el año anterior por vez primera en Falun, a donde habían llegado por carretera desde Copenhague en un Rolls-Royce que les habían mandado por avión desde Arabia Saudí. No deja de ser curioso que se alojaran en el barato hotel Astoria, cuya propietaria, Christina Akerblad, recuerda que pasaban los días por ahí, «en sus cosas», y que, por la noche, se encerraban a cenar en sus habitaciones. «Les recuerdo como un par de chicos bien guapos. Las chicas de Falun estaban loquitas por ellos», asegura. «Osama jugaba con mis dos hijos pequeños».

Akerblad se acuerda también del despliegue de lujo que se encontraba al limpiar las habitaciones de aquellos muchachos. «Nos dimos cuenta de que los fines de semana empleaban la cama que había de más en sus habitaciones para extender todas sus ropas. Tenían montones de camisas blancas de seda, todavía envueltas en su celofán. Creo que tenían una nueva para cada día... Nunca vi ninguna sucia. También tenían una cartera grande con sus joyas. Tenían esmeraldas, rubíes, anillos de diamantes... y alfileres de corbata».

Tampoco se le notó ningún incipiente signo de fanatismo durante el bucólico verano que pasó aquel mismo año en una escuela de idiomas de Oxford (Inglaterra). Bin Laden y sus amigos hicieron muy buenas migas con un grupo de españolas y salieron a pasear por el Támesis en esas barcas que se impulsan con pértigas.

El mes pasado, una mujer le pasó a un periódico español una foto en la que se les veía a ella y sus amigas -una de ellas, con un sucinto pantaloncito- con tres de los chicos Bin Laden. El propio Osama, con sus pantalones campana, su camisa de manga corta y su pulsera, tiene la misma pinta de desgarbado que cualquier otro adolescente. Sus dos hermanos más mayores parecen un poco más centrados. El joven saudí llegó incluso a alojarse una vez en el lujoso hotel Park Lane de Londres. Según le contó a un periodista hace unos cuantos años, se había olvidado del nombre del hotel en el que se había quedado con sus padres, pero sí se acordaba de «los árboles del parque y los autobuses rojos».

No se conoce a ciencia cierta el montante de la fortuna personal que Bin Laden ha heredado. Podría ser mucho menos, considerablemente menos que las enormes sumas (de hasta 280 millones de euros, casi 50.000 millones de pesetas) que se citan a menudo. Al joven Bin Laden nunca le interesó el dinero para su propio disfrute. Es más, lo mismo que hizo al padre inmensamente rico es lo que empezó a provocarle problemas al hijo. Los 70 fueron unos años de enormes cambios culturales en Oriente Próximo. Los ingresos del petróleo, las guerras con Israel y, sobre todo, los cada vez más estrechos contactos con Occidente llevaron a una profunda revisión de lo que tradicionalmente se había dado por bueno.

Para la mayor parte de la numerosa prole de Mohamed bin Laden, la respuesta estaba en una mayor occidentalización, así que los hijos mayores de la familia se marcharon a Egipto, al Victoria College de Alejandría o a Harvard, Londres o Miami. Pero no fue ese el caso de Osama bin Laden. Al igual que decenas de miles de jóvenes como él, en aquella parte del mundo y en aquel momento, Osama había experimentado una progresiva atracción hacia las verdades sencillas, sin complicaciones, jerarquizadas, de la ideología islámica extremista.

1974-1984
EL DEVOTO INTELECTUAL SE CONVIERTE EN GUERRERO DE DIOS
Una vez terminado el bachillerato en Yidda, en 1974, Osama bin Laden decidió que no iba a unirse a sus hermanos en el extranjero para ampliar su educación. Salem, el jefe de la familia, se había educado en Millfield, un internado de Somerset (Inglaterra). Otro de los hermanos, Yeslam, asistió a la Universidad en Suecia y en California. Osama entró en la facultad de Empresariales y Económicas de la Universidad Rey Abdul Aziz. Según ciertas informaciones que no ha sido posible confirmar por el momento, se casó entonces, cuando no tenía más que 17 años, con su primera mujer, una siria emparentada con su madre.

Su hermano mayor, Salem, que había tomado las riendas de la empresa de los Bin Laden a la muerte del padre, tenía esperanzas de que Osama hiciera algo de utilidad en el negocio familiar e insistió en que la ingeniería industrial fuera un componente clave de la carrera universitaria de Osama. Sin embargo, éste prefería la especialidad de estudios islámicos. Con el tiempo, Osama iba a combinar ambas especialidades de una forma radicalmente eficaz.

En la Universidad, Osama tuvo ocasión de escuchar cintas grabadas del vehemente erudito jordano de origen palestino Abdulá Azam, que ejercieron sobre él un poderosísimo influjo. Los sermones grabados de Azam, tan parecidos a las grabaciones de vídeo de Osama de estos días, cautivaban brillantemente los ánimos de muchos jóvenes musulmanes descontentos.

La misma Yidda e incluso la Universidad Rey Abdul Aziz era un punto de atracción de disidentes islámicos procedentes de todos los rincones del mundo musulmán. En sus mezquitas y madrasas (escuelas islámicas) se predicaba estricto mensaje: sólo una recuperación sin fisuras de los valores del islamismo conservador sería capaz de proteger al mundo musulmán de los peligros y de la decadencia de Occidente. Uno de los hermanos Bin Laden, Abdelaziz, recuerda que, en aquella época, Osama «leía y rezaba sin parar».

No cabe duda de que, mientras estuvo en la Universidad, Osama se implicó a fondo en actividades religiosas, sin descartar los debates teológicos y el estudio del Corán. También estableció una serie de útiles contactos, como la decisiva amistad que entabló con el príncipe Turki ibn Faisal, un joven miembro de la familia real y futuro jefe de los servicios saudíes de espionaje. Sin embargo, hubo una serie de acontecimientos que le cogieron por sorpresa.

En febrero de 1979, el ayatolá Jomeini volvió a Irán, derribó al Sha y estableció una república islámica. Un estremecimiento, mezcla de emoción y temor, sacudió a los musulmanes de todo el mundo. En noviembre se produjo un hecho, al que Osama bin Laden se iba a referir, años después, como un acontecimiento crucial en su formación, que fue la toma de la Gran Mezquita de La Meca por islamistas radicales, que se hicieron fuertes en ella frente a las tropas enviadas por el Gobierno saudí. El joven e impresionable Bin Laden, cada vez más devoto pero todavía inseguro de sí mismo y de su vocación, se sintió vivamente afectado. Al final, no sin abundante derramamiento de sangre, los rebeldes fueron derrotados. «El se sintió inspirado por ellos», afirmó al The Observer el mes pasado unode sus amigos íntimos. «Me dijo que aquellos hombres eran musulmanes de verdad y que habían emprendido el camino de la verdad». Antes de lo que cualquiera habría imaginado, Bin Laden optó por imitar su ejemplo. A finales de aquel año, los carros de combate soviéticos irrumpían en Afganistán. Desde la frontera afgana a la febril ciudad paquistaní de Peshawar no hay más de 50 kilómetros. La carretera serpentea cuesta abajo por el Paso del Khyber, a través de un terreno pedregoso controlado por las violentas e ingobernables tribus pastunes, salpicado de los restos de tantas batallas como han librado hombres de una veintena de ejércitos griegos, árabes, mongoles, sijes y británicos, y finalmente se pierde en la asfixiante marea de los bazares de la ciudad.

En la primavera de 1980, con los carros de combate de otro ejército diferente estacionados en la frontera, Peshawar era un hervidero de soldados, espías, contrabandistas de armas, traficantes de drogas, refugiados afganos, exiliados, periodistas y, por supuesto, miles y miles de fanáticos que se habían congregado allí procedentes de todos los rincones del mundo musulmán para luchar contra las fuerzas soviéticas.

Uno de ellos, que destacaba por llevar una impecable almalafa cortada a medida y unas botas de cuero hechas a mano en Inglaterra, era Osama bin Laden. «Yo me sentía hecho una furia y me presenté aquí sin pensármelo dos veces», ha manifestado alguna vez a sus entrevistadores. Tenía 23 años y había encontrado la causa que andaba buscando.

La temporada que Bin Laden pasó luchando contra los rusos resultó ser decisiva. Fue entonces cuando dio el paso desde el joven estudioso y contemplativo que era al respetado caudillo de masas, curtido en mil batallas, en que se convirtió. Aunque todavía le quedaban por desarrollar sus ideas extremistas, la guerra de Afganistán le proporcionó una seguridad en sí mismo y una consideración ante los demás verdaderamente determinantes.

«El que vino a sumarse a la guerra santa era un muchacho bienintencionado y el que salió de ella era un hombre conocedor de en qué consiste la violencia, de cómo se emplea y para qué sirve», ha declarado uno de sus antiguos compañeros, en una entrevista con The Observer el año pasado en Argelia.

Según fuentes de uno de los servicios de espionaje del golfo Pérsico, el primer viaje de Bin Laden a Peshawar tuvo una duración de poco más de un mes. Regresó a Arabia Saudí y empezó a hacer campaña entre hermanos, familiares y amigos de sus tiempos del colegio para que apoyaran la lucha contra la Unión Soviética. Cuando volvió a Pakistán, con la enorme cantidad de dinero que había recolectado, se llevó con él a varios paquistaníes y afganos que habían estado trabajando para la empresa de los Bin Laden. Se dedicaron entonces a poner en marcha una oficina de apoyo a los muyahidin y a los voluntarios árabes.

Pocas semanas después de haber llegado a Pakistán por primera vez, Osama conoció a Abdulá Azam, el carismático predicador cuyos sermones grabados tanta impresión le habían causado cuando estaba en la Universidad. Uno y otro congeniaron rápidamente. La energía, el talento para la gestión y los contactos del joven saudí complementaban los profundos conocimientos islámicos y el alto grado de compromiso personal del mayor de ellos. Azam, que entonces tenía 38 años, había sido uno de los fundadores del grupo guerrillero Hamas en los territorios ocupados de Cisjordania y la franja de Gaza, por lo que contaba con la experiencia necesaria para dirigir una gran organización. Durante los dos años siguientes, Bin Laden realizó varios viajes de ida y vuelta entre el golfo Pérsico y Pakistán. Durante esa temporada, su relación con Azam no dejó de hacerse cada vez más fuerte.

Al principio, Bin Laden se mantuvo al margen de toda publicidad. A principios de los años 80, los periodistas destacados en Pakistán recuerdan haber oído historias de un jeque saudí que pasaba por los centros sanitarios de la ciudad universitaria para visitar a los combatientes que habían resultado heridos y repartirles anacardos y chocolate. Aquel hombre anotaba los nombres y direcciones de los heridos y, poco después, llegaba al hogar familiar un generoso cheque. Semejante magnificencia -quizás aprendida de su padre, con su fajo de billetes para repartirlo entre los pobres- es algo que sacan a relucir prácticamente todos los que han combatido para o junto a Bin Laden.

Hay quienes hablan de donativos de 1.500 dólares en caso de boda, como un ex miembro de Al Qaeda entrevistado por The Observer en Argelia; otros recuerdan haber recibido dinero para unos zapatos, un reloj o unos parientes necesitados. Sus seguidores aseguran que esos regalos les vinculan al que ellos llaman su emir de forma tan eficaz como el bayat o juramento de fidelidad que muchos de ellos le prestan.

Hay veces que su tiempo se considera tan valioso como su dinero. Un ex muyahidin afgano recordaba el profundo reconocimiento que había sentido hacia Bin Laden cuando decidió aprender árabe. El joven saudí pasó muchas horas instruyéndole en el lenguaje del Corán. A pesar de su fama de duro, seguía siendo el joven reposado y de suaves maneras que rememoraban sus profesores.

Hacia 1984, Bin Laden y Azam tenían alquilada una casa en la ciudad universitaria, en los alrededores de Peshawar, en la que establecieron una base logística para los miles de combatientes árabes que llegaban a la ciudad. La casa era conocida como Beit al Ansar, o Casa de los Fieles.

«Bin Laden... recibía a los voluntarios árabes, les daba su visto bueno y los enviaba finalmente a sumarse a las diversas facciones afganas», ha manifestado uno de sus antiguos compañeros. Este montaje contaba con el beneplácito de la CIA, del ISI (el poderoso servicio de espionaje de Pakistán) y del Istakhbarat, los correspondientes servicios saudíes, que muy pronto iban a ser dirigidos por uno de sus viejos amigos, el príncipe Turki. Ninguno de ellos, sin embargo, le hacía llegar a Bin Laden ayuda de los norteamericanos.

Beit al Ansar estaba situada en la carretera de Syed Jalaluddin, una tranquila calle apartada del centro, plagada de buganvillas y de grandes mansiones erigidas para la alta sociedad local. A mediados de los 80, la zona se había convertido en un centro de la resistencia afgana. Todos los cabecillas de las diferentes facciones tenían oficinas en aquel lugar. Se publicaban dos periódicos, uno de ellos el que sacaban Abdulá Azam y Bin Laden. Existía incluso una oficina neutral, en un edificio alquilado por Bin Laden, en el que las facciones muyahidin podían ventilar sus diferencias.

Las condiciones de vida eran espartanas, si bien en buena parte se debía a que lo querían así. Los voluntarios, y también el mismo Bin Laden, solían dormir a razón de 12 por habitación, sobre unos finos jergones directamente echados sobre el duro suelo de las oficinas. Según ex compañeros suyos, Bin Laden acostumbraba a quedarse de pie por la noche, hasta bien tarde, en debates sobre el islamismo y la historia de Oriente Próximo. Al joven saudí todavía le faltaba por desarrollar su ideología radical. Sus opiniones de entonces eran más bien un batiborrillo de historia mal digerida y tremendamente sesgada y de análisis de la actualidad que adolecían, por lo común, de una información deficiente.

Bin Laden se mostraba particularmente irritable con lo que él llamaba la traición de los árabes a manos de los británicos al término de la I Guerra Mundial. Criticaba asimismo a la familia real saudí porque, en su opinión, se habían aprovechado del pensamiento wahabí para obtener el poder.

En otras ocasiones, Bin Laden dirigía debates religiosos entre los voluntarios. Muchos giraban en torno a la azora que se tiene por corazón o fuente del Corán, ese pasaje clave en el que el profeta Mahoma revela el mensaje divino y la misión que la divinidad le ha encomendado. «Hablaba y hablaba sin parar de los grandes guerreros de la Historia del islam, como Saladino», ha declarado un antiguo compañero suyo. «Parecía que estuviera preparándose a sí mismo».


1984-1990
UN FANATICO, CURTIDO EN MIL BATALLAS, SABOREA EL PODER
Dentro de Afganistán, pero prácticamente en la frontera, frente a Peshawar, se encuentra la pequeña aldea de Jaji. En 1986, la guarnición soviética allí destacada sufrió un durísimo ataque de la resistencia. Cierta mañana, ante la lluvia de bombas de los morteros soviéticos, uno de los comandantes de la resistencia se había refugiado en una casamata cuando se abrió la puerta al tiempo que las explosiones sacudían la tierra. Se trataba de Bin Laden. Su guerra sobre el terreno había comenzado.

A mediados de los años 80 se registró una intensificación de la guerra en Afganistán, gracias en parte a que la financiación estadounidense a la resistencia se había incrementado consi-mitorios de la ciudad universitaria. Aunque su presencia respondía a los más variados motivos -unos llegaban en busca de aventuras; otros, por camaradería; otros, para escapar de la ley- la mayoría de ellos estaban allí por una única razón: «Yo fui a luchar por mi fe», declaró el año pasado en Londres a The Observer un ex muyahidin. Durante el verano de 1986, Bin Laden se encontró metido en pleno fragor de los combates en torno a Jaji. En cierta ocasión, con una tropa de 50 árabes,rechazó un tenaz asalto de la infantería y helicópteros soviéticos. «Allí estuvo, en lo más reñido de la batalla», declaró la semana pasada Mia Mohamed Aga, que en aquellos tiempos era un importante comandante afgano, del lado talibán en la actualidad. «Le vi empuñando su kalashnikov bajo el fuego de los morteros y de los lanzacohetes múltiples».

Durante los tres años siguientes, Bin Laden luchó como un valiente, por lo regular, sin rehuir los riesgos materiales más extremos. Uno de los cabecillas del fiero grupo de Hezb i Islami ha declarado que recordaba a Bin Laden manteniendo su posición bajo un nutrido bombardeo después de verse rodeado por soldados soviéticos. Al menos una docena de experimentados veteranos, muchos de los cuales no son ahora partidarios de Bin Laden en absoluto, corroboran lo que se cuenta de sus actuaciones en combate. Todos ellos coinciden en destacar su nula preocupación por su propia seguridad. Aquel muchacho religioso se estaba convirtiendo en un guerrero de dios.

El fanatismo de Bin Laden lo compartían también sus hombres. «Elegí a tres afganos y a tres árabes y les dije que mantuvieran la posición durante la batalla por la ciudad oriental de Jalalabad, en 1989. Se batieron sin descanso durante todo el día y más tarde, cuando fuí a relevarles, ya de noche, me encontré a los árabes llorando porque querían ser mártires. Les dije que, si eso era lo que querían, que se quedaran y lucharan mientras pudieran. Al día siguiente estaban muertos. Osama reveló, tiempo después, que él les había dicho que la trinchera era la puerta hacia el paraíso».

Bin Laden compartía mucho más que su fanatismo. «Nadie habría dicho jamás que era un tipo tan rico ni que estuviera al mando de nadie. Nos solíamos sentar todos juntos a la hora de la comida, que compartíamos como buenos amigos», ha confesado otro veterano.

En algunas ocasiones, asumió la responsabilidad de mediar para que cesaran los enfrentamientos entre diferentes facciones afganas. Además seguía encargándose, por propia voluntad, de mantener los suministros de los muyahidin. Fuentes de la CIA han calculado que Bin Laden aportaba a la guerra santa, tirando por lo bajo, unos 50 millones de dólares (casi 56 millones de euros, más de 9.000 millones de pesetas) al año. Un veterano ha asegurado que, durante los combates en torno a Jalalabad, vio al saudí al borde de una carretera, cubierto de barro de los pies a la cabeza, repartiendo comida, botas y ropas a los muyahidin. Ahora bien, no faltaban las tensiones con aquellos que no comulgaban con su estricto islamismo. Said Mohamed, otro veterano afgano, ha recordado cómo Bin Laden se negó a hablar con él en plena batalla porque iba afeitado.

Bin Laden aprendió asimismo a calibrar el poder de los medios de comunicación. Por todo Oriente Próximo se publicaban noticias de sus hazañas, relatadas por periodistas árabes destacados en Peshawar. Esas noticias facilitaron que acudieran muchos reclutas a ponerse a sus órdenes y le proporcionaron, asimismo, un respeto y una consideración como no había recibido nunca. El hijo de la esclava era ya un jeque por méritos propios.

En 1989, el Ejército soviético salió de Afganistán y dejó instalado en Kabul un gobierno títere. Los muyahidin empezaron a luchar entonces contra otros afganos y entre sí. No había razones para mantener en Afganistán a los miles de experimentados combatientes de la brigada internacional árabe. Muchos abandonaron el país para seguir con su guerra santa en sus países de origen. Bin Laden, que no soporta esos enfrentamientos hasta la aniquilación mutua, fue uno de los que se marcharon.

«Se sintió muy frustrado ante todo aquello. El es un hombre honesto, honrado, y le revolvía el estómago ver cómo los árabes se enzarzaban en disputas internas», ha manifestado Jamal Nazimudin, un ex combatiente. «Solía repetirnos una y otra vez que habían conseguido derrotar al imperio soviético sola y exclusivamente gracias a que estaban unidos y a que Alá había derramado sus bendiciones sobre ellos. Si caían en la desunión, les decía, no estarían ya en condiciones de cumplir con la voluntad de Alá». Bin Laden, de 33 años, se volvió a su casa.

 1990-1996
LA DESILUSION SAUDI Y EL EXILIO EN SUDAN
El príncipe Abdulá, que en la práctica es quien de verdad manda en Arabia Saudí, puso su blanda y regordeta mano en el hombro de su joven compatriota, esbozó una sonrisa y le habló de amistad y lealtad. Sus palabras surgían suaves y conciliadoras, aunque no cabía ninguna duda de la severísima amenaza que se ocultaba tras ellas. «Los miembros de la familia de Mohamed bin Laden siempre han sido leales súbditos de nuestro reino y siempre nos han servido de magnífica ayuda en tiempos de necesidad», decía a los reunidos. Estamos seguros de que no se permitirá que nada enturbie nuestras buenas relaciones en el futuro».

Era el otoño de 1990 cuando Abdulá pronunciaba este discurso ante veteranos afganos en una sala magníficamen te amue blada de su palacio de Riad. Aunque aquellos hombres movieran sus cabezas respetuosamente en señal de asentimiento a las palabras del príncipe, aquel a quien iban dirigidas apenas sí podía disimular su indignación. «Estaba que echaba fuego», ha asegurado uno de los comandantes afganos. «Lo podías notar en sus ojos».

Unos pocos meses antes, el 2 de agosto, Sadam Husein había invadido Kuwait. Osama bin Laden, que entonces vivía en su ciudad natal de Yidda, había hecho llegar de manera inmediata a la familia real saudí un mensaje en el que ofrecía formar un ejército de 30.000 veteranos afganos para derrotar al dictador iraquí. Los mismos hombres que habían derrotado a los rusos fácilmente podrían hacer frente a Sadam, aseguraba Bin Laden, quien, sin duda alguna, era el hombre adecuado para mandarlos.

Osama iba a recibir a cambio un duro golpe que iba además a sumirle en el más total desconcierto. Lo último que quería la casa de Al Saud era un ejército de fervientes islamistas luchando en aquella guerra. Bin Laden fue recibido en audiencia por algunos de los más importantes miembros de la familia real, pero su oferta fue rechazada con la mayor rotundidad.

Lo peor estaba aún por llegar. En lugar del ejército islámico que él soñaba para hacerse cargo de la protección de la cuna del islam, la defensa de Arabia Saudí (y, por consiguiente, la de los santos lugares de La Meca y Medina) quedaba encomendada a los norteamericanos. Bin Laden, que bramaba de humillación y rabia, no podía hacer otra cosa que contemplar cómo llegaban a su país 300.000 soldados estadounidenses y se ponían a construir bases militares, a beber Coca-Cola y alcohol y a tomar el sol.

Bin Laden consideraba que la presencia de esa tropa equivalía a una invasión de los infieles. Aquello daba toda la sensación de constituir una descarada burla de las últimas palabras del profeta Mahoma: «Que no haya jamás dos religiones sobre la tierra de Arabia». A sus 33 años de edad, Bin Laden empezó a hacer campaña entre los doctores religiosos y los activistas musulmanes por todos los rincones del golfo Pérsico. Poniendo en juego su condición de personaje célebre, pronunció conferencias y sermones por toda Arabia Saudí e hizo distribuir miles de cintas grabadas por todas las mezquitas. Empezó además a reclutar un ejército propio y mandó a unos 4.000 hombres a recibir instrucción en Afganistán.

Ante estos hechos, cundió la intranquilidad en el seno del régimen saudí, que ordenó asaltar su casa y le mantuvo a arresto domiciliario. La familia Bin Laden, temerosa de que las actividades de Osama pudieran poner en peligro las estrechas relaciones que mantenía con el grupo gobernante, trató de que volviera al redil pero, en último término, se vio obligada a renegar de él. La presión iba en aumento.

Al fin pareció abrirse una vía de escape. Bin Laden recibió una oferta de Hassan al Turabi, el carismático doctor islámico que, a efectos prácticos, era quien mandaba en Sudán, para que se refugiara allí. Turabi creía que una derrota de Irak en toda regla y el descrédito de los regímenes árabes seculares brindarían la oportunidad de establecer gobiernos islámicos puros de un extremo a otro del mundo musulmán. Aquel era un mensaje de lo más seductor. Por otra parte, el régimen saudí no tenía sino que mostrarse agradecido porque le quitaran de encima a aquel hombre. Presionaron incluso a Bin Laden con la esperanza de que se marchara.

Osama claudicó. Dejó Arabia Saudí por Jartum, la capital de Sudán. Jamás iba a regresar a la tierra que le vio nacer.

Bin Laden se instaló en una casa de un rico barrio de los alrededores de Jartum con sus cuatro esposas, sus hijos y una corte de fervientes partidarios. Posteriormente, se trajo a varios cientos de veteranos árabes de la campaña de Afganistán que constituyeron la base de una organización más amplia.

La vida en Sudán era un poco diferente. Jugaban partidos de fútbol, organizaban excursiones para bañarse en el Nilo azul y celebraban largos debates al estilo de los tiempos de estudiante sobre si los musulmanes chiíes y suníes debían unirse para combatir contra el enemigo común y sobre puntos concretos de la doctrina islámica. Bin Laden llegó incluso a abrir una cuenta corriente en un banco con su propio nombre. El jeque se pasaba la mayor parte del tiempo ganando dinero en lugar de propagar la guerra santa al mundo.

«El mayor mito sobre Bin Laden se refiere a su fortuna», manifestó recientemente Ghazi Algosaibi, el veterano embajador de Arabia Saudí en Londres. «He leído informaciones de que tiene por ahí escondidos entre 300 y 400 millones de dólares. Eso no es verdad, así de simple. Cuando se marchó de Arabia Saudí no se llevó con él ninguna suma de dinero como ésa, ni parecida, y las autoridades saudíes ya se han ocupado, con sumo cuidado, de asegurarse de que desde el reino no se le envíe nada de dinero».

En las oficinas del grupo en Jartum, Bin Laden, como corresponde al jefe, tenía el despacho más grande. El grupo funcionaba como cualquier otra organización. Había un consejo de administración, una serie de subcomités y multitud de reuniones, demasiadas. Los empleados presentaban sus reivindicaciones sobre salarios, prestaciones sanitarias y situaciones de supuestos favoritismos. Los beneficios sociales incluían viajes pagados (bajo la tapadera de pasaportes de voluntarios árabes muertos en Afganistán), té gratis y productos alimenticios.

Desde la organización se llevaban una empresa comercial denominada Laden International, una delegación de una operadora de divisas, una empresa de ingeniería y obras públicas y una empresa que explotaba fincas agrícolas para el cultivo de cacahuetes y maíz. En pago por la construcción de una carretera de más de 1.000 kilómetros entre la capital y Port Sudan, el Gobierno concedió a Bin Laden el monopolio de la exportación de semillas de sésamo. Sudán figura entre los tres mayores productores de sésamo del mundo, así que la concesión era de lo más lucrativa. Otras empresas le fueron peor. Un plan para importar bicicletas de Azerbaiyán terminó con un fracaso sin paliativos. Se barajaron otros proyectos disparatados, que medio se pusieron en práctica y que, finalmente, no llegaron a nada.

Con todo y con eso, había todavía dinero de sobra para que la parte fundamental de Al Qaeda se mantuviera en funcionamiento. El consejero delegado nunca perdía de vista su principal objetivo. A los islamistas de Jordania les llegaban más de 100.000 dólares (casi 70.000 euros, unos 18 millones y medio de pesetas) en efectivo, se mandaban fondos a Bakú para montar una operación con la que introducir combatientes islámicos clandestinamente en Chechenia, otros 100.000 dólares se iban a un grupo islamista de Eritrea... Llegó un momento en que Bin Laden compró un avión por 250.000 dólares y contrató a un piloto. El aparato se estrelló al poco tiempo.

También organizó varios campamentos de instrucción militar en los que cientos de argelinos, palestinos, egipcios y saudíes recibieron entrenamiento en la fabricación de bombas y en tácticas terroristas. Muchos de ellos habían participado en la campaña de Afganistán y en aquellos momentos se habían quedado sin saber qué hacer, igual que Bin Laden. Se hablaba mucho entonces de asesinar al presidente de Egipto, Hosni Mubarak -aunque nadie sabía con seguridad cómo había que hacerlo- y también se recogía información, aunque de manera nada sistemática, para colocar bombas contra posibles objetivos del Africa oriental como, por ejemplo, la embajada de Estados Unidos en Nairobi.

Parece que hubo asimismo un intento frustrado de comprar en Europa del Este componentes para la fabricación de armas nucleares y que se presentó una oferta para pasar cientos de kalashnikov de contrabando a lomos de camellos a través del desierto de Egipto. Se envió al Yemen un cargamento de armas y se destacó en Somalia a algunos agentes para ayudar a las tribus a combatir contra los soldados norteamericanos.

La CIA sostiene que Bin Laden estaba detrás de los ataques a las tropas estadounidenses que se registraron en Mogadiscio en 1993. Sin embargo, no hay pruebas irrefutables de que Al Qaeda estuviera implicada realmente.

«Durante la estancia de Bin Laden en Sudán, se produjeron incidentes antiestadounidenses en muchos lugares, pero ninguno de ellos puede atribuirse a su grupo si por tal entendemos una orden transmitida a través de la cadena de mando», han puntualizado fuentes de los servicios de información. Fueron protagonizados por individuos que habían recibido instrucción en Afganistán y que habían manifestado tendencias antinorteamericanas. Es posible que Bin Laden les diera su conformidad, pero eso habría sido todo».

Se trataba de una manera de actuar que iba a verse con frecuencia en los años venideros. Se le cargó con la responsabilidad de la colocación de un coche bomba en Riad en 1995, después de que los saudíes obtuvieran las confesiones de cuatro afganos grabadas en vídeo. La bomba en las torres Khobar, un año más tarde, también se le atribuyó a Bin Laden, aunque ahora los principales sospechosos han resultado ser agentes iraníes.

En 1994, cuando los saudíes anunciaron públicamente que le privaban de su ciudadanía, la respuesta de Bin Laden consistió en aprovechar el poder de los medios de comunicación. Se tiene la impresión de que fue él el fundador de un despacho en Londres bajo el nombre de Advice and Reform Committee (ARC), o Comité de Asesoramiento y Reforma. Se supone que su tarea era puramente propagandística; desde luego, destilaba unas críticas feroces contra el régimen saudí. Estaba dirigido por un tal Khaled al Fawwaz, que en la actualidad se está defendiendo de la posibilidad de ser extraditado de Gran Bretaña a Estados Unidos. Corría enero de 1996 y Jartum se sentía cada vez más incómodo con aquel huésped. Turabi se puso en contacto con el embajador de Sudán en Afganistán, Atiya Badawi, que tenía sus oficinas en Peshawar. Badawi, que había aprendido la lengua pastún mientras luchaba contra los rusos, mantenía excelentes contactos con sus antiguos camaradas muyahidin y, puesto que Afganistán se encontraba dividido en cientos de facciones que no cejaban dehostigarse entre sí, no resultó difícil convencer a tres de los más importantes jefecillos de la zona de Jalalabad de que acoger bajo su protección a un rico saudí muy bien podría proporcionarles una cierta supremacía sobre sus rivales. Aquellos tres hombres (todos ellos muertos en la actualidad) volaron a Sudán para rogarle a Bin Laden que regresara a la tierra de la guerra santa.

1996-2001
OCULTO EN LOS DESIERTOS DE AFGANISTÁN
Tres meses después del ataque de los misiles, dos reactores de lujo aterrizaban en la base aérea de Kandahar. En uno de ellos viajaba el príncipe Turki al Faisal, el amigo de los tiempos de estudiante de Bin Laden y entonces jefe de los servicios de seguridad de Arabia Saudí. El segundo iba vacío. Estaba allí para llevar a Bin Laden de regreso a Riad.

El príncipe Turki, que había tenido una intervención decisiva en la obtención de los millones de dólares de ayuda oficial a los talibán, se dirigió sin pérdida de tiempo a la residencia del mulá Omar, donde se había desplegado un magnífico festín para la comida. El príncipe empezó por reconvenir al dirigente talibán su falta de gratitud hacia sus antiguos benefactores. Estaban en plena regañina cuando Omar arrebató una jarra de agua a uno de los sirvientes y se la vació a sí mismo encima. «¡A punto he estado de explotar!», le espetó al sorprendido príncipe, «pero bueno, ya estoy más tranquilo. Le voy a hacer una pregunta y luego puede marcharse. ¿Cuánto tiempo lleva la casa real de Arabia Saudí haciendo de asistenta a sueldo de los norteamericanos?» Allí se quedó la comida, sin que nadie la catara, y el segundo avión regresó vacío a Riad.

Muy poco después, Bin Laden prestaba juramento de fidelidad al mulá Omar y le reconocía formalmente como emir ul momineen o príncipe de los creyentes. Su destino y el de los talibán quedaban indisolublemente unidos a partir de aquel momento. Hizo pública una declaración en la que desmentía que estuviera implicado en el atentado terrorista de Nairobi, aunque se decía que lo había celebrado. Nadie le creyó. Los talibán extendieron posteriormente el rumor de que Bin Laden «había desaparecido». Tampoco les creyó nadie. En realidad, a lo que dedicaba la mayor parte de su tiempo era a una antigua explotación agraria colectiva de los soviéticos, la finca Hadda, 10 kilómetros al sur de Jalalabad.

Un desertor de Al Qaeda narró a The Observer en junio de 1999 la vida del saudí en aquellas circunstancias. La rutina diaria de Bin Laden reflejaba el rigor en que se movía su vida diaria. Después de las oraciones del amanecer, estudiaba el Corán durante varias horas. El desayuno consistía en dátiles, yogur, el típico pan ázimo afgano y té negro. La comida y la cena eran igual de frugales. La vida de Bin Laden estaba gobernada por las medidas de seguridad. En lugar de usar teléfonos móviles, convencido de que los norteamericanos interferían la señal para seguirle la pista, Bin Laden dictaba sus mensajes a un ayudante que, a su vez, los difundía por teléfono desde otro sitio diferente.

En la actualidad, se encarga de su protección un selecto grupo de milicianos, árabes sobre todo, dirigidos por Saifu al Hasnain, un egipcio de 35 años. A medida que las operaciones de Al Qaeda se han ido expandiendo, la seguridad se ha ido simplificando. Según el espionaje ruso, a principios de este año el grupo contaba con más de 50 bases militares en Afganistán. Había unidades de combatientes árabes en tres zonas de vanguardia, como mínimo, otras estaban estacionadas en Kabul y había aún otras más en bases de reciente construcción, algunas de ellas con pistas de aterrizaje, en la zona desértica al sur de Kandahar. Cada una de estas bases era y es otro refugio seguro.

A medida que la infraestructura de Al Qaeda se iba extendiendo en el interior de Afganistán, la imagen de la organización lo hacía también fuera de sus fronteras. Durante los años 1999 y 2000, los desconcertados servicios occidentales de espionaje acusaban a Bin Laden de cientos de atentados, unos en grado de tentativa y otros consumados, de un extremo a otro del mundo. Aunque en muchos de ellos la conexión con Bin Laden era extremadamente tenue, él estaba encantado de que se le atribuyeran. Algunas argucias propagandísticas también ayudaban. Cuando los estadounidenses ofrecieron una recompensa por él, aparecieron impresos billetes de 100 rupias con una foto de Bin Laden y se distribuyeron por todo Afganistán. Miles de cintas de sus alocuciones se distribuyeron por toda esa parte del mundo y, según una carta firmada de puño y letra por Bin Laden, se sobornó a muchos periodistas.

A los informadores que conseguían acceder a él les decía una cosa y la contra ria si mul tá neamente. Cuando le preguntaban si disponía de armas químicas, él se limitaba a decir que era obligación de todo musulmán tratar de hacerse con los medios necesarios para acabar con la tiranía. Preguntado acerca de los atentados terroristas, negaba toda responsabilidad en los hechos pero aprobaba las acciones de sus hermanos musulmanes.

El año pasado, unos terroristas suicidas atacaron con bombas un barco de guerra de Estados Unidos en un puerto del Yemen. Murieron 17 militares. Una vez más, Bin Laden dejó caer indirectas sobre su posible implicación, pero nada más. Incluso formuló nuevas amenazas.

En junio dio a conocer un vídeo en el que se mostraban ejercicios de miembros de Al Qaeda y una película de unos palestinos asesinados por soldados israelíes. A él se le veía de pie junto a un mapamundi; en el vídeo anunciaba espectaculares acontecimientos en un próximo futuro. También en verano, según manifestaron a The Observer traficantes de armas de Peshawar, representantes de Bin Laden habían empezado a comprar misiles Stinger y otros cohetes tierra-aire. Hizo compras masivas de armas ligeras y munición y se las regaló a los talibán, posiblemente en un intento de mejorar aún más su buena fama entre ellos.

En uno de los campamentos del desierto al sudoeste de Kandahar, cerca de donde los Rangers estadounidenses aterrizaron hace pocas semanas, Al Qaeda terminó la construcción de una nueva pista de aterrizaje. Todas y cada una de las noches del verano pasado, vuelos procedentes de Oriente Próximo traían nuevos reclutas y suministros. Una campaña coordinada de colecta de fondos en los países del golfo Pérsico había llenado a rebosar las arcas de Al Qaeda. Asimismo existen pruebas de que, en los días previos al 11 de Septiembre, una serie de miembros de Al Qaeda intentaron salir de Afganistán. Varios de ellos fueron detenidos por la policía paquistaní.

Nadie sabe dónde estaba Bin Laden cuando se vinieron abajo las Torres Gemelas de Nueva York. Casi todas las fuentes creen que, aunque «le habían visto» en varios lugares en el interior de Afganistán, realmente estaba y debe seguir en la zona desértica al sur de Kandahar o en las remotas montañas del Oruzgán. Se sabe que está con Al Zawahiri, casi seguro que está con Mohamed Atef, con una serie de otros destacados extremistas y, probablemente, con su hijo. Está bajo la protección de un grupo escogido, seleccionado entre los 3.000 o 4.000 milicianos que actualmente se encuentran en Afganistán, junto con un destacamento de los talibán.

Se sabe que se vio con el mulá Omar en las proximidades de Kandahar poco después de que comenzaran los ataques aéreos; un análisis de las piedras que se ven de fondo en el vídeo que distribuyó el día de los atentados contra EEUU revela que la cinta fue grabada probablemente en Kandahar o en la provincia oriental de Paktia, cerca de la frontera paquistaní.

«Estos sucesos han dividido el mundo en dos campos, el de los creyentes y el de los infieles», decía en el vídeo. «Todos los musulmanes deben alzarse en defensa de su religión». Señaló uno por uno sus objetivos: los israelíes, los «gobernantes apóstatas y hereditarios» de Arabia Saudí, de Jordania, de Siria y de otros estados de Oriente Próximo, «esos asesinos que han jugado con la sangre, el honor y las más sagradas esencias de los musulmanes». Además, enumeraba a las víctimas: los palestinos, los niños iraquíes que mueren por culpa de las sanciones de la ONU, toda la nación musulmana.

Cinco mil personas murieron en EEUU. La mayor potencia del planeta se levantó rebosante de ira y de espanto y se lanzó en su búsqueda. Cientos de sus aviones de combate cubrieron los cielos de la tierra que le había adoptado. Esta noche, a la hora del crepúsculo, un reducido grupo de hombres volverá su rostro hacia el sol poniente y se hincará de rodillas en cualquier lugar perdido de los desolados desiertos y las requemadas montañas de Afganistán. Como de costumbre, el mayor y el más respetado de entre ellos dará un paso adelante y dirigirá la oración de todos los demás. Osama bin Laden estará dando gracias a Dios.
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JASON BURKE es analista del diario británico The Observer y enviado especial a la guerra de Afganistán.
 BALANCE DE 2001 EL ENEMIGO DEL AÑO
OSAMA BIN LADEN


Cronología
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1957
Nace Osama bin Laden en Yidda (Arabia Saudí), hijo del empresario yemení Mohamed bin Laden y una de sus esposas, Hamida. Haría el número 17 entre sus 52 hermanos.

1968    Mc cuadratura Urano, cuadratura Luna; semicuadr Merc
Asc escuadra MC
Cuando cuenta con sólo 11 años, su padre, un multimillonario empresario wahabí muy influyente en la familia real saudí, muere en un accidente de helicóptero. Comienza a asistir al colegio Al Thag, una institución occidental de la elite saudí, donde aprendería inglés.

1973 / 1974 Mc conj Nódulo, cuadrt Kiron, trig Lilith; Mc sextil Asc.
Asc cuadratura Neptuno; Sol prog conj Mc; Venus prog  trig Urano;
Merc progresa a la conj Neptuno
Acude a una madrasa (escuela coránica) en Yidda.

Renuncia a formarse en el extranjero
( Marte y Júpiter cuadratura Asc desde IX), como sus hermanos, e ingresa en la Universidad Rey Abdul Asís de Yidda. Entra en contacto con la organización Hermanos Musulmanes y conoce a Abdulá Azam, firme defensor de la violencia «para alcanzar los fines del islam». Según algunas fuentes, contrae matrimonio con una joven siria de 15 años.


1976  Asc trígono Marte
1979 Mc  conj Venus; Asc cerca de Luna; termina estudios
Las tropas soviéticas invaden Afganistán para reprimir una contrarrevolución organizada por EEUU. Los `muyahidin' reciben apoyo de Occidente para resistir la invasión. Sangrienta sublevación islámica en la Gran Mezquita de La Meca, que parece servir de inspiración al saudí  (Sol conjunto a Neptuno X).

1980 
comienza la conj Luna,  ops Urano,  conj Kiron,  cuadr Nódulo;
Venus cus de XII;   Asc trígono Sol,  sextil Saturno;
El Ejército Rojo toma Kabul. La resistencia contra el infiel soviético y las malas relaciones familiares llevan a Osama a enrolarse con las tropas `muyahidin' contra el régimen impuesto por Moscú. Establece una residencia temporal en la ciudad de Peshawar (Pakistán). En octubre, con el apoyo del presidente saudí Turki al Faisal, crea una red de financiación para los combatientes afganos con el beneplácito de la CIA, la ISI (el servicio de inteligencia paquistaní) y el Istakhbarat (inteligencia saudí).

El presidente egipcio, Anwar Sadat, firmante de la paz con Israel, muere tiroteado cuando asistía a un desfile militar. Se sospecha que el autor intelectual del atentado fue Ayamn Al Zawahiri, actual `mano derecha' de Bin Laden y fundador de la Yihad Islámica egipcia
. (Sol semisextil Marte en 1982)

1984  Mc sextil Merc, semiesc Jupiter ;  Merc conj Nodulo,  escuadra Urano y  Luna;  Asc semi Lilith
Bin Laden
crea, junto a Abdulá Azam y Mufaz al Hawi, la Oficina de Servicios, destinada a canalizar los millones de dólares de ayuda que llegaban de diversas fuentes para la resistencia antisoviética. Entre 1985 y 1989, Osama administró casi 2.500 millones de dólares de la CIA.

1986  Sol cuadr Luna;   Marte a 1º del Mc;   Merc sextil Asc
Una bomba
estalla en el refugio de Osama en Peshawar, matando a siete de sus guardaespaldas, pero él sale casi ileso. La autoría del atentado se atribuyó a Al Hawi, quien aparecería degollado una semana después. En junio, repele una ataque soviético al mando de 50 árabes.

1987
Dirige una ofensiva contra una división blindada soviética en la ciudad de Shaban en marzo. Un mes después, asalta un cuartel de la milicia afgana prosoviética. Se extiende rápidamente su fama de héroe entre los combatientes afganos.

1988
Aprovechando el alejamiento de Azam y el previsible éxito de la resistencia antisoviética, Bin Laden crea una base informática con los datos de los combatientes musulmanes extranjeros que luchan en la guerra afgana. La Base (Al Qaeda) contenía información detallada de unos 35.000 `muyahidin' de 40 naciones musulmanas, reclutados y entrenados por la Oficina de Servicios. Junto a él, la dirección de Al Qaeda queda en manos de terrorista egipcio Al Zawahiri y de Mohamed Atef.

Retirada soviética de Afganistán. Comienza la guerra civil entre las diferentes facciones afganas. Bin Laden, con 33 años, regresa a Arabia Saudí. En noviembre, una bomba acaba con su ex colaborador y mentor, Azam. Se sospecha de Osama. La Oficina de Servicios queda en sus manos.

1990   Mc escuadra Plutón;  Asc cusp II;   Asc sesqui Marte;  Sol conj Nódulo,  cuadrat Kiron;   Merc conj Venus;  Marte conj Mc;   Satur semiesc MC
En marzo, el hermano mayor de Osama, Salem (gestor del poderoso `holding' familiar), muere en un accidente de aviación en Texas (EEUU). En septiembre, las primeras tropas aliadas pisan Arabia Saudí, tras la invasión de Kuwait a manos de Irak. Bin Laden ofrece 30.000 veteranos afganos para derrotar a Sadam Husein. Arabia Saudí rechaza su propuesta, y Osama asiste a la llegada de 300.000 soldados estadounidenses a la cuna del islam. Grandes protestas en todo el país.

1991  Idem
Bin Laden
pronuncia un discurso en la mezquita de Riad donde califica la presencia de tropas aliadas de profanación del islam y critica abiertamente al rey Fahd y a su familia, a los que acusa de «corruptor del Corán».

1992   Sol sextil Asc desde X
El príncipe saudí Naif, ministro de Interior, recrimina a Osama por sus críticas, pero Bin Laden persiste. Osama es detenido, pero sería liberado días más tarde gracias a las influencias de su familia a cambio de que se exilie. Parte a Sudán, donde entrenaría a miles de `muyahidin'.

1993
El 25 de febrero, una furgoneta bomba estalla en el aparcamiento de una de las torres del World Trade Center de Nueva York, provocando seis muertos y más de 1.000 heridos. Washington sospecha que Al Qaeda financió el atentado. En octubre, soldados somalíes derriban con misiles `Stinger' dos helicópteros estadounidenses durante la operación aliada `Devolver la esperanza', matando a 18 soldados norteamericanos. Los misiles pertenecían al `stock' distribuido por la CIA a la resistencia antisoviética en Afganistán.

1994  Mc sextil Marte;  Asc sesqui Jupiter ;  Merc semisextil MC;Marte conjunto a Neptuno sextil Plutón;   Merc semi esc Asc;  Venus XII escuadra Marte IX
Al Qaeda organiza el atentado de los embajadores de Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y España en Filipinas. La visita de Clinton a Manila les obliga a cambiar de objetivo, aunque finalmente no se consuma el atentado contra éste. El rey Fahd le retira la nacionalidad saudí.

1995 Idem;    Saturno escuadra Lilith
Al Zawahiri orquesta un atentado contra el presidente egipcio, Hosni Mubarak, quien sale milagrosamente ileso. En noviembre, atentado con bomba contra la misión militar estadounidense en Riad (Arabia Saudí), que provoca 32 muertos.

1996
En junio, explota un camión bomba contra la base militar de EEUU en Dahran. 19 soldados estadounidenses mueren, 240 personas resultan heridas. Meses antes, Sudán expulsaba a Bin Laden y a los miembros de Al Qaeda. En agosto, parte hacia Afganistán en un vuelo fletado por el presidente sudanés.

1997 / 1998
En enero, Bill Clinton ordena la creación de una fuerza especial de la CIA para detener o asesinar a Bin Laden. Un año después, en febrero, el saudí organiza una reunión de los máximos líderes integristas del mundo en Jost, Afganistán, en la que se establece a EEUU como enemigo común.

1998  Mercu escuadra Plutón semiesc AscMc a 1º de Saturno
El 7 de agosto, dos vehículos bomba destrozan las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, con un saldo de 224 muertos y casi 4.600 heridos. El embajador de EEUU ante la ONU se entrevista en Kabul con el régimen talibán para pedir la expulsión de Osama, que le es negada. Dos semanas después, Washington lanza un ataque con misiles `Tomahawk' contra una supuesta fábrica de armas químicas en Jartum (Sudán) y contra campos de entrenamiento terroristas en Jalalabad (Afganistán).

1999  MC conj Saturno sextil Sol;  Asc trígono Neptuno oposición Plutón
Sol conj Venus semiescuadra Marte; sigue la escuadra Saturno Lilith
Bin Laden es incluido en la lista de los 10 hombres más buscados por el FBI. La Administración de Clinton reclama al régimen talibán de Kabul que entregue a Bin Laden y advierte que «el largo brazo de la ley americana no dejará escapar a estos criminales. No habrá santuarios para ellos».

2000
En agosto, se produce un intento frustrado de atentado contra la familia real jordana, supuestamente orquestado por Al Qaeda. En octubre de ese año, un barco bomba se estrella contra el submarino estadounidense `USS Cole'. 17 marineros mueren y otros 39 resultan heridos.

Septiembre 2001   Mc trígono Urano,  sextil Luna,  cuadratura Lilith;
Mc sextil Júpiter,  sextil Kiron,   Sol cúspide de XI
El líder de la resistencia afgana, Ahmed Shah Masud, muere en un atentado perpetrado por dos falsos periodistas el 9 de septiembre.

Dos días después, comandos suicidas secuestran aviones civiles y los estrellan contra las Torres Gemelas de Nueva York y la sede del Pentágono, en Washington. El balance de víctimas supera las 4.000 personas. Bush califica los ataques de «acto de guerra» y anuncia que utilizará «todos los recursos para derrotar al enemigo».

EEUU apunta directamente a Bin Laden como el responsable de la trama terrorista responsable de los atentados.

La Casa Blanca da un ultimátum a los talibán para que entreguen en tres días a Bin Laden, «vivo o muerto». El régimen de Kabul responde haciendo un llamamiento a la `guerra santa' e invitando a su huésped a abandonar el país.

Octubre 2001
EEUU lanza un ataque masivo el 7 de octubre contra el poder talibán. Ese mismo día, la cadena de televisión Al Yazira emite el primer vídeo de Bin Laden en el que éste promete que «EEUU no volverá a saber lo que es la seguridad».

Al Yazira ofrece el 3 de noviembre el segundo vídeo de Bin Laden. En él, el terrorista saudí lanza un virulento ataque contra la ONU y hace un llamamiento al pueblo musulmán paquistaní a levantarse contra su Gobierno.

Las tropas de la Alianza del Norte entran en Kabul el 13 de noviembre. Cae como un dominó todo el régimen talibán, pero Bin Laden sigue sin aparecer.

EEUU ofrece una recompensa de 25 millones de dólares (4.500 millones de pesetas) por quien facilite el paradero de Bin Laden.

Un millar de `marines' se despliega en Afganistán a la caza del terrorista saudí.

Diciembre 2001
El Pentágono distribuye el 13 de diciembre un vídeo en el que Bin Laden se jacta de haber matado a muchas más personas de las que había calculado en el atentado contra las Torres Gemelas.

Varios medios de comunicación dan cuenta de un rumor que circula por Pakistán y que alude a la posibilidad de que Bin Laden hubiera muerto por una afección pulmonar.

La cadena Al Yazira emite el 27 de diciembre un nuevo mensaje de Bin Laden, en el que éste asegura que «Occidente en general, y EEUU en particular, tienen un odio indecible por el islam» y considera que «el terrorismo contra EEUU es benéfico y está justificado». Por sus palabras, Bin Laden da a entender que fue grabado a mediados de mes. En las imágenes se observa un deterioro progresivo del estado físico de Bin Laden, que aparece más delgado y envejecido.




C - 582    COMENTARIOS al Curso de AstroAnalisis
Intercambiando con Mercedes Foronda


Te contesto entre líneas

Si Carlos ya me he dado cuenta de que las cúspides andan muy flojas y sobre todo eso que dices: sin destacarse realmente mucho, que desde luego no va con él; pero ¿por qué sin destacarse mucho?

Las cúspides tienen menos aspectos de los normales.

Los aspectos a las cúspides es un factor de diferenciación con los que nacen durante aquellas dos mismas horas.

Si bien tiene menos aspectos a las cúspides por parte de los planetas, se destacan en cambio varias estrellas fijas en cúspides: Vega, Agena, Sirius, Canopus, Capella, Bellatrix, Alnilam, El Nath, que desde mi punto de vista tienen mas valor y factor de mas individualizante y decisivo.

Estas estrellas en cúspides son aptas para aplicar el TeP (Transito y Progresión de las Estrellas) y ver si concuerdan los acontecimientos.

¿no tiene muchas posibilidades, mucha actividad y muchos resultados?
pero eso no se relaciona con alguien importante? veo, pues que no.

Tiene mas oportunidades de las normales, ha desarrollado mucha mas actividad, y obtenido muchos mas resultados globalmente que la media.
Sin embargo no serán afortunados los de Venus en X, Marte en IX y Urano en VII, influyendo además en sus regencias.

Pero es que a pesar de ser una adivinanza como digo, no me quito de la cabeza de que tiene la osamenta y la apariencia primera de Capricornio, es un verdadero ermitaño además, sino que Ascendente podría caber? podría ser Escorpio ( por la apariencia de Cristo, Neptuno y Capricornio caería en sector III), pero las direcciones en este caso son absurdas o locas.
También quedan los tránsitos y estrellas en relación con las direcciones de esta hipotética carta y por supuesto su comparación con diversas coordenadas Natal-Lat

Natal-LAT de Jiddah, Jartum, diferentes lugares de Irak, etc.

En fin, como comentaba en el mejor de los casos un juego o una adivinanza mas bien.
Nos queda el nombre, así no me queda mas remedio que entrar de lleno en el tema je, je

Uno de sus apellidos unas fuentes dicen AWAD y otras AWDAH, la cosa esta en si tiene una o dos H. Y ese ERMITAÑO queda ubicado en sector IV


Astroanalisis <astroanalisis1977@yahoo.es> escribió:
C - 580  COMENTARIOS al Curso de AstroAnalisis
Intercambiando con Susana Colucci y Mercedes Foronda y la propuesta de esta ultima sobre Bin Laden

Lun     187    137     154
Mer     138     88      134
Ven       23     69      51
Sol      129    163    140
Mar       61    107     65
Jup     158    108    157
Sat      138     98      188
Ura      108   154      82
Nep      70      34     120
Plu        85     35      135 

Muchas posibilidades, actividad y resultados

Sin embargo sus cúspides están muy poco aspectadas, solo algo en negativo la III, pero algo.
Un tipo de predominancia planetaria Mercurio y Júpiter sin destacarse realmente mucho.

Netamente Libra, con predominio de Aire y Fijos.
Del grupo de los Brutales y Violentos, Humanos, Estudio, Belleza y Enteros.

Vega en el mismo Asc
Agena en cúspide XI
Sirius y Canopus en cúspide VII
En cúspide VI: Capella, Bellatrix, Alnilam y El Nath

Un Eris muy aspectado queda ubicado en sector III, oposición a Marte Sol y Júpiter en  IX, sextil Luna y Chiron, trígono Saturno y Urano

Tanto la Luna Negra como el asteroide Lilth en buen aspecto al eje I / VII

La oposición Luna/Chiron y Urano en cuadratura al eje de los Nodos

Su abecedario completa aspectos que ha primera vista parece que tengamos que forzar:



Abecedario Astrológico de de USAMA BIN MUHAMMAD BIN AWAD BIN LADIN
                                 (Osama Bin Laden)

Las NNNN muy positivas se ubican en el Asc natal, en sextil a Luna Negra y en
Trígono a Lilith. En buen aspecto al eje de Nodos Lunares.

Las MMMM muy negativas sobre una Luna y Chiron natales, con fuertes oscilaciones
en función de sus aspectos. Luna regente de VII en I
En cuadratura al eje de Nodos Lunares.

Las I I I I de fuerte ambivalencia negativa con NODO N y en cuadratura a la anterior
Luna y Chiron

Las DDD ambivalentes negativas en IX, se ubican en IV natal, oposición Neptuno
en cúspide X. En trígono a Plutón en VIII, etc.

Las AAAAAA en XII, en oposición a MUERTE, de fuerte ambivalencia negativa
 en cúspide VIII natal, cuadratura Venus en X, regente de X.

Las BBB en XI, ubicadas en VI natal, cuadratura Marte negativo en IX, regente de IV,
y trígono al anterior Neptuno.

Las UU de I en final de VIII, cúspide IX, conjunción Mercurio.
En cuadratura al eje VI/XII.

Etc.  Etc.


Un abecedario con cosas muy interesantes (D y B, A y U, I y N,N y M)
y otras muy problemáticas (B y A, A y M, I y M, I y D, I U y D)



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