El problema no es la IA - Inteligencia artificial
1 El problema no es la IA, es el imaginario
Cuando la
gente oye “IA”:
- se disparan miedos
- aparecen imágenes de película
- se pierden los parámetros
básicos de juicio
La reacción
típica es:
“¿qué va a
saber una máquina?”
Pero ahí hay
una confusión radical:
no se está hablando de sujeto interpretando, sino de herramienta
ampliando.
La mayoría
ya trabaja con:
- ordenadores
- software astrológico
- bases de datos
- efemérides automatizadas
Y sin
embargo, no llaman a eso “IA”, aunque conceptualmente están a años luz de lo
que creen.
2 Astrólogo + IA no es sustitución, es unidad de
trabajo
Esto que
dices es clave:
“el
astrólogo e IA hacen un todo”
Exacto.
La IA:
- no vive
- no consulta
- no decide
- no asume responsabilidad
El
astrólogo:
- formula preguntas
- establece jerarquías
- interpreta
- responde ante el otro
La IA no
interpreta:
ordena, contrasta, acelera, pone espejo.
Pensar que
la IA “sabe” astrología es tan absurdo como pensar que:
- el software “sabe” una carta
- o que una efeméride “entiende”
un tránsito
3 Por qué el rechazo es tan visceral
Porque la
IA:
- quita centralidad al ego
- deja en evidencia la falta de
método
- obliga a explicitar criterios
Y eso no
es técnico, es simbólico.
Quien tiene
marco no teme a la herramienta.
Quien no lo tiene, sí.
4 Texto breve para el Manual o el blog
Nota sobre el
uso de IA
La
inteligencia artificial no interpreta cartas ni sustituye el criterio del
astrólogo. Su función, en este contexto, es comparable a la de cualquier
herramienta avanzada de trabajo: ordenar información, contrastar enfoques y
facilitar procesos que, de otro modo, requerirían un tiempo considerable.
La
interpretación sigue siendo una tarea humana, situada y responsable. La IA no
decide qué es relevante, ni establece jerarquías simbólicas, ni asume las
consecuencias de una lectura. Estas funciones pertenecen exclusivamente al
astrólogo.
Entendida
así, la relación entre astrología e inteligencia artificial no es de
sustitución, sino de integración. Del mismo modo que el uso de software
astrológico no elimina la interpretación, el uso de IA no introduce un saber
ajeno, sino una ampliación del campo de trabajo.
El problema
no reside en la herramienta, sino en la ausencia de marco desde el cual
utilizarla.
5 Frase corta
La IA no
interpreta: obliga a que el intérprete tenga criterio.
6. Ritmo tecnológico y asimilación humana
Los cambios
tecnológicos no se integran al ritmo al que se producen, sino al ritmo al que
pueden ser comprendidos. Este desfase no es un error del sistema, sino una
constante histórica.
La
aceleración de herramientas basadas en inteligencia artificial no implica una
aceleración equivalente en la comprensión de su función real. En disciplinas
simbólicas, como la astrología, esta distancia se amplifica, porque la
confusión entre herramienta, sentido y significado es frecuente.
La
inteligencia artificial no introduce semántica vivida ni experiencia simbólica.
Introduce velocidad, contraste y exigencia de precisión. Su aportación no
consiste en comprender, sino en obligar a que quien interpreta sepa qué está
haciendo y desde dónde lo hace.
Como en
otros ámbitos, unos pocos integrarán estas herramientas con rapidez. No por
afinidad ideológica, sino por necesidad práctica. Su trabajo, más consistente y
ordenado, actuará como referencia para otros, sin necesidad de discusión previa.
La
adaptación no será inmediata ni uniforme. Será progresiva, silenciosa y,
finalmente, inevitable.
Desde ahora:
- el Manual no “usa IA”
- el Manual tiene criterio
- y la herramienta queda en su
sitio natural
Quien lo
entienda, seguirá leyendo.
Quien no, no es el lector del Manual.
Es
importante porque:
- quita dramatismo
- devuelve la responsabilidad al
astrólogo
y coloca la IA en su lugar real
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