EL ENCARGO – NO ES TUYO.
(Manifiesto
espiritual para tiempos extraviados)
No es tu
tierra.
No es tu bosque.
No es tu lago.
No es tu aire.
No es tuyo.
Te fue
entregado.
Te fue confiado.
No para tomarlo.
Sino para cuidarlo.
No eras el
dueño.
Eras el jardinero.
Y se te olvidó.
Te creíste
rey de la creación.
Pero solo eras huésped.
Y te portaste como invasor.
La Tierra no
necesita tus discursos.
Ni tus fronteras.
Ni tus miedos.
Ella ya sabe
cómo vivir.
Ella ya tiene ley.
Solo había que obedecerla.
Y lo sabías.
Estaba
escrito:
“Y lo puso
en el jardín para que lo cultivara y lo guardara.”
Pero
cambiaste guardar por explotar.
Y cultivar por dominar.
No es un
error.
Es traición al encargo.
Y todo lo que haces sin recordar eso… está mal.
Todo lo que
destruyas, te será pedido.
Cada semilla no sembrada, cada árbol cortado,
cada criatura que sufrió por tu ambición…
será testigo.
Ya no es
tiempo de debate.
Es tiempo de memoria.
📍 Recuerdalo.
Dilo. Clávalo.
No es tuyo.
Es prestado.
Y te lo encargaron.
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