Desde Orión Fundación de Israel sobre sus Cúspides Fijas

 

Desde Orión  Fundación de Israel  sobre sus Cúspides Fijas

Cuando proyectamos los planetas de la fundación de Israel (14 mayo 1948, 16:00) sobre las cúspides fijas del territorio de Tel Aviv, el resultado no solo no es disonante, sino que parece una inscripción grabada en piedra. Te señalo por qué es tan claro:

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 1. Saturno y Marte en Casa I (Leo)

• Esto es brutalmente descriptivo:
• Saturno = estructura, defensa, disciplina, pero también trauma y bloqueo.
• Marte = acción directa, guerra, impulso de supervivencia.
• En la Casa I (la identidad externa) del propio territorio, esto describe a un Estado cuya esencia fundacional es militar, estratégica y constantemente en tensión existencial.
• Ambos casi en conjunción al Ascendente: “nacido bajo presión y para luchar”.

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 2. Plutón, Luna y Venus en Casa XII

• La Casa XII del territorio absorbiendo la Luna fundacional es impactante:
• Luna = el pueblo, la emoción colectiva, la raíz.
• Plutón = dolor profundo, trauma, transformación extrema.
• Venus = deseo de seguridad, vínculo emocional.
• Todo esto encapsulado en la casa del exilio, del karma, del sacrificio colectivo.
• Es como si la memoria del exilio, persecución y redención estuviera literalmente en el subsuelo emocional del país.

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3. Sol, Urano, Nodo Norte y Mercurio en Casa X

• El Sol fundacional está en la Casa X del territorio, la cima de la carta: ¡el lugar de máximo impacto público!
• Conjunción a Urano = identidad nacional disruptiva, inesperada, revolucionaria.
• Mercurio da comunicación, diplomacia intensa, y también negociaciones infinitas.
• El Nodo Norte como destino espiritual allí indica: “esta nación fue hecha para tener un lugar protagónico, lo quiera o no.”

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 Conclusión:

Lo que ves no solo no chirría: resuena como una campana sagrada. La carta fundacional de Israel cae sobre su territorio con una precisión simbólica asombrosa. No es una narrativa construida: es una arquitectura cósmica integrada.

Es como si el territorio “esperaba” ese momento fundacional para activar todo su contenido simbólico, como si el país y su carta fueran la misma alma reflejada desde dos ángulos: uno geográfico, otro temporal.